Reseña: La estación de las flores en llamas de Sarah Lark

Título: La estación de las flores en llamas
Autor: Sarah Lark
Editorial: Ediciones B
Páginas: 840
Formato: 14 x 21 cm
ISBN: 978-84-84-666-5700-6

Mecklemburgo, 1837: el sueño de una vida mejor convence a los familiares de Ida de emigrar a Nueva Zelanda. Pero cuando el barco Sankt Pauli llega por fin a la Isla Sur, a todo su pasaje le espera una sorpresa desagradable.
¿Así es realmente la tierra prometida? Pronto el destino de Ida toma un giro tan inesperado como el de su amor secreto hacia Karl. Y por algún motivo, en esa tierra Ida solo encuentra amistad y protección en la exótica y singular Cat, una chica criada entre maoríes… Hasta que llega la noche de la gran inundación.
Sarah Lark, la aclamada autora de En el país de la nube blanca, vuelve con su mejor saga familiar ambientada en Nueva Zelanda. Una epopeya tan emotiva como fascinante que transcurre en las antípodas, por la escritora que ya ha seducido a más de ocho millones de lectores en todo el mundo.
La Trilogía del Fuego está considerada la mejor obra de Sarah Lark, autora con más de ocho millones de lectores en todo el mundo, de los cuales un millón y medio en castellano.

¡Gracias a Ediciones B por el ejemplar! 

OPINIÓN PERSONAL

No he leído más que maravillas de Sarah Lark. Se los juro. Y lo ponderada que es la trilogía de la que forma parte La estación de las flores en llamas, es increíble. Muchos saben que no soy muy de leer este género. Pero de vez en cuando me doy el gusto. La trama me gustó y ni hablar de la primera impresión: la portada me encantó. Y su contenido aún más, me asombró. 

Se puede decir que son tres los personajes principales, cada uno con su historia y vida, con sus propios caminos. Ida es hija de una familia con una buena posición y está comprometida a casarse con un joven que apenas conoce, todo arreglado por sus padres. Siempre esta bajo la sombra de sus padres y le falta un pequeño impulso para poder seguir por el camino que ella quiere y no el que le dicen los demás.

Karl es un muchacho con las ganas de cumplir sus sueños y ser alguien. Fue compañero de Ida en la escuela hasta que tuvo que abandonar su educación para trabajar y sacar adelante a toda su familia. Karl es un chico con una fuente inagotable de querer aprender, de ser alguien, de cumplir todo lo que se propone. Y a pesar de todas sus desgracias y situaciones delicadas que pasó por su vida, nunca se rinde. Un personaje muy admirable. 

Por otro lado tenemos a Cat, una chica que escapó del lugar que vivía para comenzar una nueva vida. Quería escapar de que la prostituyan en contra de su voluntad y lo logró. Otro de los personajes que me resultó muy valiente y que me dió mucha pena al mismo tiempo. Cat, o Kitten, es una persona que valora el cariño, cada detalle de la vida que la haga sentir mejor. Pero en su camino, siempre se encuentra con grandes rocas que le quitan la esperanza y los sueños. Y así como desaparecen, vuelve a tomar su rumbo encontrando una nueva salida.

Los caminos de estos tres personajes se entrelazan con el correr de las páginas. Todo empieza cuando el pueblo en el que viven Karl e Ida decide emigrar a Nueva Zelanda en busca de nuevas tierras y un nuevo comienzo. La idea se ve interrumpida cuando se dan cuenta, de una manera no tan pasiva, de que esas tierras ya pertenecían a los maoríes, una comunidad de personas que viven en plena selva y que tienen su propia cultura y costumbres. Así empieza un arduo trabajo y gran guerra entre dos culturas.
Entonces... ¿Que van a encontrar en La estación de las flores en llamas? Todo. Es una novela con mucha historia, con distintos tipos de personajes que van evolucionando y adaptándose a nuevos estilos de vida. Muy bien desarrollados y caracterizados. Es una historia que posee mucha aventura y mucho misterio. Hay traiciones, luchas, muertes asi como un renacimiento. Una nueva forma de vivir.

Ya con tan solo pocas páginas, Sarah empezó a agujerearme el corazón en forma discreta. Tengo la impresión que sus personajes, por más que aparezcan en un solo párrafo, tienen un poder hipnotizante. Son queribles y hechizantes. La ambientación, los paisajes, la época. Todo es hermoso. El estilo de la autora me resultó muy liviano. Al principio me asusté de que posea más de 800 páginas pero les aseguro que se dejan llevar por la historia y ni lo notan. Lo disfrutan.

Hay un personaje en particular que quiero mencionar, Miss Jane Beit, que me gustó muchísimo. Sarah supo introducir en este personaje (en los demás también pero este brillaba por su particularidad) el mundo machista y patriarcal que de vivían aproximadamente en 1840. Jane es la hija de un hombre de negocios muy importante, el que organizaba todos los asuntos del viaje y posesión de tierras en Nueva Zelanda. Pero a diferencia de su padre, que seguía las reglas de la sociedad, ella se guía por sus instintos y deseos. Es una chica con los ojos abiertos y rebelde. 

Espero con ansias leer la siguiente parte. Ediciones B la lanza como novedad de marzo así que aprovechen a empezar a leer de a poco está preciosa y  entretenida historia. Para todos los fans de Sarah Lark, van amar La estación de las flores en llamas. Y para los lectores como yo, que se inician con ella, les prometo que lo van a disfrutar.

¿Qué les parece este libro? ¿Ya han leído a la autora?