¡Buenas a todos! Este es mi primer fin de semana como "vacaciones". Y no saben lo contenta que estoy. 😁 Me pude sacar de encima una materia que fue tanto un "parto" para sacarla como parte de mi superación personal. Y después de tanto pero tanto estudio, traumas, caídas, subidas, mas estudio, frustración, nervios y horas de sueño, puedo decir que la aprobé y doy por concluido mi tercer año de la carrera 😃
En fin, hoy les traigo una entrevista que tengo guardada desde hace días. Hace unas semanas publiqué la reseña de "Aquarius" un libro que mezcla aventura, muchos escenarios, un poco de erotismo y ficción, escrito por el argentino Julian Harguindey. Así que ahora les dejo sus respuestas a mis pequeñas preguntas. ¡Espero que las disfruten! Nos cuenta un poco de todo: sobre su vida, experiencias personales, experiencias como escritor y también un poco mas de la creación de Aquarius.
1. ¡Hola Julian! Antes que nada, muchas gracias por dejarme conocer tu gran historia y participar de mi blog. Por lo que leí, sos una persona con gran espíritu aventurero y emprendedor. ¿Nos querés contar un poco acerca de vos?
Hola Antonella, gracias por esta entrevista. Segundo de cuatro hijos de un audaz emprendedor y una ama de casa cuyos puntos de contacto eran la pasión por los libros y la música. Brillante de niño (llegué con 11 años al secundario pero no fui admitido hasta los 12), tímido, introvertido, muy marcado por la experiencia de vivir en Estados Unidos la etapa del jardín de infantes y el año sabático en Mar del Plata antes del secundario. Ávido lector, llevaba mis libros y la linterna a mi cama para poder seguir leyendo cuando debía dormir. Mi interés por los amigos, el sexo opuesto, las fiestas de adolescentes, y el deporte me alejaron de la lectura que no retomé hasta pasados los 20 cuando aborté mis estudios de ingeniería en California para evitar la conscripción (renuncié a la residencia en EEUU) en plena guerra de Vietnam. Inicié una carrera corta en la UADE (Buenos Aires) y a los 22 años me ascendieron a gerente de departamento en una empresa multinacional por lo que debí abortar también esta carrera impedido de continuar por viajes a Europa, EEUU, Centroamérica, y Brasil, y posteriormente a casi todas las provincias de Argentina. A los 25 renuncié a mi trabajo para operar mi restaurante en las islas del Delta y viví un año una vida de bohemio compartiendo una casona con amigos y un mucamo mulato de las Islas de Cabo Verde. Ese invierno fui a filmar una película sobre los Mapuches a la cordillera en Neuquén con quien había sido mi profesor de cine. En la choza donde vivíamos registramos -17º una noche. El éxito del restaurante llevó a un grupo empresario zapatero a ofrecerme dirigir su nuevo emprendimiento en Nueva York, experiencia que duró menos de un año por desaveniencias con mis socios. Recién casado con mi primera mujer que tenía 18 años me quedé trabajando allí y regresé a la Argentina un año más tarde. Poco tiempo después y con un hijo en la familia fui seleccionado como gerente comercial de una pequeña filial de una multinacional. En menos de un año era el gerente general y en dos años más, accionista minoritario y presidente. Ocho años después era el accionista mayoritario y veintiún años después le vendí la empresa a la misma multinacional que me la había vendido pero a un precio 100 veces mayor. Para ese entonces mi empresa tenía fábricas en Argentina, Brasil, y Chile, y exportaba a los cinco continentes. En este período empresario fui autor de varias patentes de invención exitosas comercialmente, algunas de ellas internacionalmente. Mi creatividad estaba centrada en la ingeniería de los productos y procesos de producción, no habia asomado aún la inquietud de escribir.